Salte la navegación

Tag Archives: Brigitte Bardot

 

Odiseo escucha el canto de las sirenas

Odiseo escucha el canto de las sirenas

Según un artículo anónimo de articleworld.org un sex symbol es «una persona famosa públicamente reconocida por su atractivo sexual». Creo que todos podemos reconocer un espécimen así y, en el caso de los varones heterosexuales, en lo único que podríamos diferir es en «cuántos kilos de cadera son cadera» lo que a fin de cuentas importa poco. Mujeres guapas, voluptuosas, bien proporcionadas o mórbidamente desproporcionadas, blancas, negras, amarillas, etc.: todo vale, pero como dije no todo es importante. Dos relatos pueden ayudar a entender de que estoy hablando:

 

 

“Cuando el rabino Elimelech de Lizensk era todavía un hombre joven, permanecía todo el día en la casa de estudio, y de noche caminaba a casa a través del bosque, siempre tomando el mismo camino. Una noche, cuando se dirigía a su hogar, vió una luz brillando en la distancia. Curioso por saber de dónde venía, abandonó el camino y la siguió. Poco después apreció que provenía de una cabaña, una que nunca antes había visto en el bosque. Al acercarse observó a través de la ventana y ahí vió una mujer con cabello largo y oscuro que estaba vestida con una muy delgada bata.

Al ver esto, Elimelech supo que no pertenecía ahí y se dio vuelta para irse. En ese preciso momento se abrió la puerta de la cabaña, y la mujer le dijo: “¡Reb Melech, espera! Por favor, pasa”. Así que Reb Elimelech entró. Y la mujer cerró la puerta, se plantó delante de él y dijo: “Reb Melech, te he visto pasar a través del bosque muchas veces, y a menudo he deseado que me visitaras. Tú sabes, hoy me he bañado en el riachuelo, así que estoy limpia. El pecado será leve, pero el placer será abundante”. Dicho esto dejó caer su bata.

Reb Elimelech la contempló y luchó consigo mismo, como Jacob hizo con el ángel. Al final pronunció agitadamente la palabra “¡No!”. Y en ese instante la mujer se desvaneció, la cabaña desapareció ante sus ojos y Reb Elimelech se halló solo en el bosque. Solo quedaban gusanos a sus pies. (Schwartz, Howard. Reimagining the Bible: The Storytelling of the Rabbis, New York Oxford University Press (US), 1998 )

El otro relato no tiene esa intención moral, pero gana en carácter épico. Dice Circe:

«Oye ahora lo que voy a decir y un dios en persona te lo recordará más tarde. Llegarás primero a las sirenas, que encantan a cuantos hombres van a su encuentro. Aquel que imprudentemente se acerca a ellas y oye su voz, ya no vuelve a ver a su esposa ni a sus hijos pequeñuelos rodeándole, llenos de júbilo, cuando torna a sus hogares; sino que le hechizan las sirenas con el sonoro canto, sentadas en una pradera y teniendo a su alrededor enorme montón de huesos de hombres putrefactos cuya piel se va consumiendo. Pasa de largo y tapa las orejas de tus compañeros con cera blanda, previamente adelgazada, a fin de que ninguno las oiga; mas si tú desearas oírlas, haz que te aten en la velera embarcación de pies y manos, derecho y arrimado a la parte inferior del mástil, y que las sogas se liguen al mismo; y así podrás deleitarte escuchando a las sirenas. Y caso de que supliques o mandes a los compañeros que te suelten, átente con más lazos todavía.» (La Odisea, canto XII)

Tanto Reb Elimelech como Odiseo superan in extremis a la adversidad, al mal encarnado en lo femenino. Elimelech no solo enfrenta a su lujuria sino que se le opone la inteligencia de la innombrada Lilith, la subversora que resultó demasiada pieza para el edulcorado Adán. Con premonición y algo de sentido común la narración identifica la inclinación al mal presente en todos los hombres, inclusive los buenos a priori como el rabino. Esa inclinación en una vertiente deliberadamente sensual le hace plantear la estratagema del mástil a Odiseo. He encontrado un prodigio hermenéutico que identifica el pasaje como una escisión de la persona de Odiseo: los marinos son el cuerpo, carnal, débil y sujeto al encanto de las sirenas. Como tal deben tomarse previsiones para evitar el desastre. La mente es el propio Odiseo atado al mástil, capaz de ver y oír, «pero se ha aferrado por propia voluntad a la determinación de llegar a destino». Moralina pura: Odiseo puede ver y oír, porque quiere hacerlo, porque los encantos de las sirenas, como los de Lilith, son una mezcla encantadora y feroz. Feroz como lo que describe Eduardo García Aguilar (Entrada sobre BB):

Lilith según Collier

Lilith según Collier

«…¿Qué tenía esa mujer? Un cuerpo y una gestualidad únicas para romper con las tradiciones en boga en los años 50, cuando emergió en las pantallas del mundo. Poseía un rostro inolvidable y perverso, una sonrisa tierna y pulposa como ninguna otra y una gracia de gestualidades que la hacía brillar aunque fuera pésima actriz y cantante. Todos los hombres y las lesbianas del mundo soñaron con ella, pues era sexo y deseo puros, ángel total independiente y rebelde de cuyos labios y ojos emanaba la fertilidad hormonal nunca soñada por el Marqués de Sade, Georges Bataille, Alain Robe-Grillet y Charles Bukowski juntos. Tenía los labios más carnosos de la historia, ventosas del mal y el bien y su rostro realzado por el rímel, el maquillaje y el lápiz labial era tentación y ejemplo para las Lolitas de su tiempo. Ninguna, ni Marylin Monroe, a quien admiraba, o Catherine Deneuve, que pretendió emularla infructuosamente, lograron superarla en la leyenda del ser oscuro objeto del deseo mundial de mujeres y hombres.»

Esto dice respecto a la inconmensurable Brigitte Bardot. Con poco que añadir les dejo un fragmento de la abominable letra de «Initials BB» de Serge Gainsbourg, pajarillo vicioso, venial a la doctrina BB y una (triste) «víctima más de sus vilezas»: 

«…Jusques en haut des cuisses / Hasta lo alto de sus muslos
Elle est bottée /lleva las botas
Et c’est comme un calice /Ella es como un cáliz
A sa beauté / A su belleza
Elle ne porte rien / No le añade nada
D’autre qu’un peu / salvo un poco
D’essence de Guerlain / De esencia de Guerlain
Dans les cheveux / En los cabellos 

B Initials /Iniciales B
B Initals /Iniciales B
B Initials / Iniciales B

    B.B. / B.B…»